Como mujeres, nuestro cuerpo está profundamente conectado con la naturaleza. Nuestro ciclo menstrual es mucho más que una función biológica; es una parte esencial de nuestro bienestar integral como mujeres.
Cada mes, vivimos cambios hormonales que influyen no solo en cómo nos sentimos, sino también en lo que nuestro cuerpo necesita. Aprender a escuchar nuestro cuerpo y darle los nutrientes que necesita en cada etapa es una forma poderosa de cuidarnos y honrar nuestra naturaleza cíclica. Entender y cuidarnos de acuerdo con las fases de nuestro ciclo no solo favorece nuestra salud física, sino que también promueve el equilibrio emocional, la vitalidad y nuestra conexión con nosotras mismas.
Hoy quiero hablarte de cómo puedes adaptar tu alimentación según las fases de tu ciclo menstrual para sentirte más equilibrada, llena de energía y en armonía con tu esencia femenina.
– Fase Menstrual (Día 1-5): Momento de Descanso y Renovación
Nuestro cuerpo está liberando y soltando. Este es un momento de descanso profundo, de reconexión con nosotras mismas. Es posible que nos sintamos con menos energía, y eso está bien, ¡es nuestro cuerpo pidiéndonos una pausa! Durante la menstruación, nuestra energía es naturalmente más baja, ya que nuestro cuerpo está deshaciéndose de la capa del útero. Aquí es cuando más necesitamos cuidarnos. Prácticas como el yoga suave o la meditación nos ayudaran a mantener la calma y aliviar el dolor.
Hierro: Es importante recuperar el hierro perdido durante la menstruación. Opta por alimentos ricos en hierro como espinacas, lentejas, carne magra y remolacha.
Caldo y sopas: Alimentos cálidos y fáciles de digerir, como los caldos caseros o las sopas, son ideales para reconfortar y nutrir.
Infusiones: Bebidas como el té de jengibre o manzanilla pueden ayudarte a calmar el dolor menstrual y relajarte.
– Fase Folicular (Día 6-14): Renovación y Energía
Esta es la fase en la que los niveles de estrógeno aumentan, lo que se traduce en un incremento de energía y creatividad. Tras la menstruación, nuestra energía comienza a renovarse. Durante esta fase, te sentirás más sociable y conectada, aprovecha para fortalecer relaciones sociales. Es un buen momento para empezar nuevos proyectos y desarrollar ideas creativas. El cuerpo está más enérgico, y se recomienda aumentar el nivel de actividad física (caminatas, correr o clases de entrenamiento). Es el momento perfecto para alimentos frescos y revitalizantes.
Verduras de hojas verdes: Col rizada, espinacas y acelgas, que ayudan a equilibrar los niveles hormonales y aportan vitaminas esenciales.
Proteínas magras: Pescado, pollo, tofu y legumbres para mantener estables tus niveles de energía.
Frutas frescas: Naranjas, frambuesas y kiwis son ideales para aprovechar la vitamina C y dar un impulso a tu sistema inmunológico.
– Fase Ovulatoria (Día 15-17): Vitalidad y Fuerza
La ovulación es el momento en que nos sentimos más vibrantes y fuertes. Los niveles de estrógeno y testosterona están en su punto máximo, lo que puede hacernos sentir con mayor confianza y energía.
El cuerpo está listo para la fertilización, por lo que la energía sexual y creativa está en su punto más alto. Es un buen momento para tomar decisiones importantes en la vida profesional y personal, ya que la confianza está alta.
Incluye alimentos ligeros y ricos en antioxidantes.
Antioxidantes:bayas, nueces y semillas, ayudan a reducir la inflamación y a mantener la vitalidad.
Ensaladas coloridas: Verduras crudas, como zanahorias, pimientos, pepinos y tomates, para mantenerte ligera y nutrida.
Grasas saludables: Aguacate, semillas de chía, nueces y aceite de oliva, son aliados perfectos para apoyar la salud hormonal.
Alimentos ricos en zinc: Semillas de calabaza y pescado, ayudan a regular el ciclo y fortalecer el sistema inmunológico.
– Fase Lútea (Día 18-28): Reflexión y Preparación
Nuestro cuerpo se prepara para la menstruación o apra un posible embarazo, y nuestros niveles hormonales fluctuan lo que puede llevar a cambios en el estado de ánimo y antojos de alimentos reconfortantes.
Practica el autocuidado con baños relajantes, meditación o técnicas de respiración profunda para reducir la tensión emocional. Los niveles de progesterona aumentan, lo que puede hacer que sintamos más hambre o presentemos retención de líquidos. Es un buen momento para alimentos ricos en magnesio y fibra, que nos ayuden a estabilizar la energía y el estado de ánimo.
Alimentos ricos en magnesio y vitamina B6: Chocolate negro, plátanos, aguacate y almendras, ayudan a reducir el estrés y los síntomas premenstruales.
Carbohidratos complejos: Patatas dulces, avena y quinoa son ideales para mantener el azúcar en sangre estable y evitar esos antojos intensos de azúcar.
Té de jengibre o cúrcuma: Ayudan a combatir la inflamación y mejorar la digestión, aliviando síntomas de hinchazón.
Nutrirnos según las fases de nuestro ciclo menstrual no solo nos ayuda a sentirnos más equilibradas, sino que también es una manera de honrar nuestra naturaleza cíclica, reconocer que no somos lineales y que nuestros cuerpos están en constante cambio. Escuchar lo que necesitamos en cada fase nos permite vivir en sintonía con nuestro propio ritmo, conectando con nosotras mismas de manera más profunda.
Así que, la próxima vez que te sientas baja de energía o con antojos específicos, recuerda que tu cuerpo te está hablando. Dale lo que necesita, y observa cómo te sientes cuando empiezas a fluir con tu ciclo en lugar de luchar contra él. Que tu alimentación sea un reflejo del amor que te tienes, un acto de autocuidado que, como siempre, empieza desde adentro.
Con amor y en sintonía con nuestros ciclos.